Pedagogías activas para la infancia

Algo que me encanta de la pedagogía Waldorf es ver cómo dentro del ritmo diario hay un día especial para hacer el pan hecho por los mismos niños de la clase.  

Con el pan se materializa el trabajo del agricultor con la tierra, el proceso de siembra y el cuidado, finalmente la cosecha del trigo hasta que llega a nuestra mesa transformado en un delicioso pan, aquí es donde se cultiva la gratitud y se dicen oraciones hermosas que nada tienen que ver con lo religioso, sino que más bien su significado es el de honrar el trabajo de los agricultores quienes muchas veces son olvidados por la sociedad.

Celebrar las sesiones del amasado de pan implica muchos procesos tanto químicos, matemáticos, de higiene, de voluntad, todo a través del asombro apelando al alma de los niños. El pan se asocia a los 4 elementos del planeta tierra, que son la tierra que representa la madre que alberga la semilla, el agua que la nutre y le permite crecer, el aire que permite que haya procesos de polinización a través de los insectos, la frescura que seca la tierra para que no se pudra y el leudado de la masa y  el fuego que está en el calor de los rayos del sol y el calor en la cocción del pan.

En la pedagogía Waldorf celebramos las épocas con diferentes recetas de pan, como el pan de dragón de Micael o la corona de adviento, el bizcocho del cumpleaños, el pan de verano o cada cambio de estación. Realmente son rituales que enriquecen la infancia.

Definitivamente, si no lo has probado, te animo a intentarlo, tener experiencias de ese tipo en tu clase alimentan el alma de los niños y niñas.

Cuéntame qué piensas!!!

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